domingo, noviembre 30

Rosario es de todos







sábado, noviembre 29

HOY - KARAMELO SANTO

jueves, noviembre 27

yo soy Marcella


¡Justicia para nuestra hermana Marcella Sali Grace!

vamo arriba la celeste!!





Ex-ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca del Uruguay. También conocido como "el Pepe". Ex diputado y actual senador por el Frente Amplio, casado desde 2005 con la senadora y dirigente histórica del Movimiento de Participación Popular, Lucía Topolansky, tras una prolongada convivencia.

Mujica fue el Senador con mayor cantidad de votos en las elecciones de 2004, función a la que renuncia por haber sido designado Ministro.

Habiendo militado en su juventud en una agrupación del Partido Nacional, pasa luego a la actividad clandestina, guerrillera, como miembro del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros entre los años sesenta y setenta. A raíz de esta actividad fue capturado, pasando 14 años detenido en diversas unidades militares formando parte del grupo de lideres del MLN conocidos como "los rehenes" entre los que se encontraba Eleuterio Fernández Huidobro, actual senador por el Frente Amplio (coalición de partidos de izquierda actualmente en el gobierno) y el líder y fundador del M.L.N. (Tupamaros), Raúl Sendic.

En 1985 sale en libertad, luego del retorno a la democracia, beneficiado por una Amnistía a detenidos comunes y políticos.

Tras algunos años de la apertura democrática crea junto con otros referentes del MLN el Movimiento de Participación Popular (M.P.P.), dentro del Frente Amplio.

En las elecciones del 2004 obtuvo más de 300.000 votos, obteniendo un importante porcentaje dentro del Frente Amplio, consolidándose así como la primera fuerza dentro del partido de gobierno.

El 1 de marzo de 2005, el presidente de la República Tabaré Vázquez, lo designa como Ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca.

Abandona el cargo el 3 de marzo del 2008, dejandole el puesto a su entonces viceministro Ernesto Agazzi. Desde entonces regresa a su banca en el Senado.

Se menciona con insistencia su eventual postulación presidencial; se ve con simpatía una eventual fórmula común con Danilo Astori de cara a las elecciones internas de 2009.

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Sumo una entrevista cortita para que se lo conozca con sus propias palabras

Entrevista a José "Pepe" Mujica (Tupamaro)

José "Pepe" Mujica, actual legislador por el Frente Amplio, junto con los principales dirigentes del MLN Tupamaros, sufrió por más de doce años su detención en cuarteles militares, sometidos a un régimen de destrucción que incluyó dos años en un pozo. A los 64 años, Mújica vindica toda su militancia, que tuvo una impronta campesina como él lo destaca, lo mismo que apostar a una lucha por una sociedad más justa y fraternal.

En otoño de 1984 usted recuperó la libertad. En el marco de la rigurosa incomunicación que sufrió, ¿cuales eran los síntomas de vida?

Formaba parte del grupo "los rehenes" que nos rotaban por las unidades militares y en una de ellas estuvimos cerca de dos años en un pozo subterráneo, sin movilidad. Aislados del mundo y de nuestros afectos. El síntoma más evidente de vida era siete ranitas a las cuales las alimentaba con miguitas de pan. ¿Sabés que las hormigas gritan? Lo descubrí al ponerlas en el oído para entretenerme. Y, por qué no admitirlo, ciertos gestos solidarios de algunos soldados tocados ante la siniestra represión que se animaban a intercambiar un par de palabras o darnos una manzana, un huevo. Tuve siete años sin leer nada, salvo unos pedazos de diarios.

Me imagino su mirada cuando volvió a mirar la luz del día.

(Silencio). Para nosotros el sol fue saliendo de poquito y la primera vez, lo sentí hasta las lágrimas. En el interín para comunicarnos apelamos al morse. También con voces, estornudos, nos pasábamos señales de vida. El sueño nuestro cuando nos sacaban al baño era encontrar en vez de papel higiénico pedazos de diarios viejos para saber que pasaba afuera. El "Ñato" Fernández Huidobro les hacía dibujo de los jugadores de fútbol famosos y se los canjeaba a los guardias por yerba o tabaco; otros le escribían cartas de amor para las novias de los soldados. Formas de sobrevivencias... En los primeros tiempos durante meses estuvimos con las manos atadas en la espalda con alambres.

Sigamos con esta síntesis histórica. Una resistencia y una dignidad que se vio coronada cuando miles de uruguayos lo fueron a esperar a la puerta de la cárcel.

La pucha que fue tremendo. Fue un abrazo fraternal interminable con todos. Aunque no puedo dejar de señalar que nunca deje de ser libre. En todos los años anteriores percibí esa sensación porque descontaba que mis compañeros de cautiverio estaban en la misma porque los conocía, lo mismo que sabía que íbamos a seguir en la lucha. Puede sentirse como una monstruosidad, aparente, lo que voy a decirle... le doy gracias a la vida porque lo que he vivido, porque si no hubiera pasado esos años, de aprender el oficio de galopar para adentro para no volverme loco de pensar, me hubiera perdido lo mejor de mí mismo. Me obligaron a remover mi suelo y por eso me hice mucho más socialista que antes.

Uno de los tantos desafíos en la larga marcha.

El hombre no es él, el hombre es hijo de las peripecias, de las adversidades. Algunos tuvimos la suerte de que la vida nos apretara, pero no nos fulminara. Nos diera licencia para seguir viviendo y en alguna medida recoger la miel que pudimos cosechar en el marco de las amarguras. Si no, nunca hubiéramos fabricado esa miel... En ese sentido es que le dije que yo nunca estuve preso, porque no me pudieron derrotar, al igual que los otros compañeros que no resignaron las ideas. Ellos triunfan cuando nos hacen bajar los brazos.

Por esos años, y por qué no decirlo ahora, persiste una polémica, no solamente en Uruguay sino en Argentina, Chile, entre otros países, sobre lucha armada y lucha democrática.

Piense que la cuestión por el poder se parece como el asalto a un cuartel de invierno. Y que ese asalto se puede dar obligatoriamente de acuerdo al contexto histórico con las armas en la mano o que se puede asaltar con el voto. Pero en el Palacio de Invierno no hay ningún poder, hay apenas un símbolo de poder y las cuestiones de método no merecen una polémica dado que los hechos son circunstanciales a la historia. Nos tenemos que preguntar en voz alta, ¿dónde está el poder de la sociedad que oprime? y ¿dónde eventualmente está el poder de la sociedad que intenta liberar? Estamos en el camino, recorriéndolo junto a la gente, como siempre. Aprendiendo cotidianamente las formas de lucha, sabiendo, tal vez, lo que no tenemos que hacer. La discusión, me parece, no es dónde se está, sino para qué se está. Atento, no es poca cosa... y en eso estamos, compañero y amigo, sin abdicaciones, como estarían los compañeros argentinos, chilenos y uruguayos que hoy no están físicamente con nosotros. Esta revista es una prueba de ello. Y me permito recomendarle mantener esta línea de no hacer historieta de lo que protagonizamos. Sino todo lo contrario.

A los lectores de la revista que no lo conocen, ¿cómo se presentaría?

Que "Pepe" Mujica es un veterano, un viejo que tiene unos cuantos años de cárcel, de tiros en el lomo, un tipo que se ha equivocado mucho, como su generación, medio terco, porfiado, y que trata hasta donde puede de ser coherente con lo que piensa, todos los días del año y todos los años de la vida. Y que se siente muy feliz, entre otras razones, por contribuir a representar humildemente a quienes no están, y deberían estar. Por ellos, estamos nosotros y están ustedes con la revista, entre tanta gente que no ha arriado las banderas. Yo discrepo con Bertolt Brecht porque no hay hombres imprescindibles, sino causas imprescindibles, caminos imprescindibles. La historia es una construcción tremendamente colectiva. Y en eso andamos, cada cual aporta su granito. Quienes no cultivan la memoria, no desafían al poder. Es una herramienta más para construir el futuro, que pese a quien le pese es nuestro, porque no nos pudieron derrotar.

la negrita es de sobaco de cobra


"Decídase, señor escritor, y una vez, al menos, sea usted la flor que huele en vez de ser el cronista del aroma. Poca gracia tiene escribir lo que se vive. El desafío está en vivir lo que se escribe”.
(galeano)


"En un mundo como el actual en el que cada tres segundos y medio un niño menor de cinco años muere de enfermedades curables, de hambre, de pobreza, ahí está la poesía, de pie contra la muerte".
(gelman)

Sueña el Viejo Antonio



Sueña Antonio con que la tierra que trabaja le pertenece,
sueña que su sudor es pagado con justicia y verdad,
sueña que hay escuela para curar la ignorancia y medicina para espantar la muerte,
sueña que su casa se ilumina y su mesa se llena,
sueña que su tierra es libre y que es razón de su gente gobernar y gobernarse,
sueña que está en paz consigo mismo y con el mundo.
Sueña que debe luchar para tener ese sueño,
sueña que debe haber muerte para que haya vida.
Sueña Antonio y despierta…
Ahora sabe qué hacer y ve a su mujer en cuclillas atizar el fogón, oye a su hijo llorar, mira el sol saludando al oriente, y afila su machete mientras sonríe.
Un viento se levanta y todo lo revuelve, él se levanta y camina a encontrarse con otros.
Algo le ha dicho que su deseo es deseo de muchos y va a buscarlos.
Sueña el virrey con que su tierra se agita por un viento terrible que todo lo levanta, sueña con que lo que robó le es quitado, sueña que su casa es destruída y que el reino que gobernó se derrumba. Sueña y no duerme.
El virrey va donde los señores feudales y éstos le dicen que sueñan lo mismo.
El virrey no descansa, va con sus médicos y entre todos deciden que es brujería india y entre todos deciden que sólo con sangre se liberará de ese hechizo y el virrey manda a matar y encarcelar y construye más cárceles y cuarteles y el sueño sigue desvelándolo.
En este país todos sueñan. Ya llega la hora de despertar…




desde el año 1994 somos esto
somos estas
relatos del Subcomandante Marcos

martes, noviembre 25

ill da quesh



bueno despues de un tiempo
consegui cambiar de piel
y me hice una amiga pajarita
a la que quiero con todos los colores del corazon del alma
de ahi viene
y nos trae la vida el padre mayor que
fertiliza la mama en la cama del cosmos
aprender
a
caminar
































ahhhhhhhhhhhhhhhh y vino con nosotrois siempre la vaky
mi cangurita del olor

volvio galeano tanto tiempo


DICCIONARIO DE LOS COLORES

Según los indios que sobreviven a orillas del río Paraguay, el plumaje da colores y poderes.

Las plumas verdes del loro no sólo regalan señorío al cuerpo que las luce: además, transmiten vida a las plantas moribundas.

Si no fuera por las plumas rosadas de un ave llamada espátula, la tuna no daría frutos.

Las plumas negras del pato son buenas contra el mal humor.

Las plumas blancas de la cigüeñas ahuyentan las plagas.

El guacamayo ofrece plumas rojas para llamar a la lluvia, y plumas amarillas para atraer las buenas noticias.

Y las plumas grises del avestruz, que tan tristes parecen, dan brío al canto humano.

“Bocas del tiempo” (Ediciones del Chanchito, año 2004)

eduardo mateo

"AL CONTRARIO. Hace ya algunos años, alguien caminaba entre las mesas del Sorocabana y se chocó contra Mateo, que venía bastante apurado. Del impacto, Mateo quedó mirando en sentido contrario al que venía. Pero Mateo, en vez de darse vuelta y corregir el camino, siguió caminando por donde había venido como si no hubiera pasado absolutamente nada. De todas maneras, el choque contra otro hombre, el encuentro con alguien conocido o quizás las ganas de ir al baño decidirían el próximo, otro, imprevisible paso de Eduardo Mateo."


Un canto para Iemanjá

tumba la la le le y olé y hola tumba de hola
qué tal cómo te va tumba de ola del mar
que el viento trae traaae la espuma en la ola
y al llegar Iemanjá... ie mar lindo Iemanjá sol
y azul del verde mar con de un tambor
y el sol tumba la la de la flor en tu día Iemanjá del pescador que hoy sale a navegar haz que vuelva con cida Iemanjá Iemanjá...




http://www.geocities.com/biografiamateo/biografia.html

ojo obrero


"El futuro es nuestro!" - (una historia de la FUBA 2001-2007) from Ojo Obrero on Vimeo.


Origen de Colores
Amarillo Flor de aromo Hoja de ají Flor de Pica Pica Flor de matico
Verde Oliva Hojas de durazno, pasto
Verde Oscuro Hojas de durazno, hojas de Nogal
Rosado cáscara de cebolla, cáscarra de hualle, fruto de mora
Rojizo Aserrín de alerce, aromo australiano, cáscara de lingue, barba de hualle
Negro Cáscara de lingue, barro gredoso, raíz de nalca, quintral, maqui
Cafe cascara de boldo viejo, barba de pellin, raíz de pita, raíz de maqui
Cafe claro palo de quila, maitén verde, barba de manzano, hojas de boldo
Naranjo Barbas de hualle, cascaras de cebolla, hoja de pitra
Gris Barro, hojas de eucaliptos y hollín
Azul Fruta de maqui, fruta de mora
Verde claro Hojas de durazno y nogal



El proceso del teñido natural se basa en colores sacados de la vegetación y de los minerales presentes en la naturaleza, según las técnicas indígenas que se han traspasado por generaciones. Escondidos en la corteza, las hojas, raíces y a veces las flores, se encuentran colores que, luego de ser hervidos, penetran la lana para no salir más. Esa es la ventaja del teñido natural: es eterno y único. Para teñir hay que hervir durante una hora como mínimo la materia vegetal escogida, que luego se deja remojando. Después de extraer el agua, se echa la lana y se cuece durante veinte minutos más para que quede un color firme. Finalmente se lava bien la lana hasta que el agua salga transparente.

Para que las lanas no se destiñan se usan los "mordientes": entre los más habituales está la sal y la piedra lumbre, pero antiguamente las mujeres mapuche usaban la orina podrida y la ceniza u hollín que quedaba en el techo de las rukas. La Flor del Matico da el amarillo que no se sale a diferencia del Michay, por ejemplo. El Notro florecido tiñe anarajando. Las hojas del Maqui mezcladas con flores de Chilco dan un tono morado. Para obtener el color café, por ejemplo se usa la cáscara de cebolla, Barba de Palo o la raíz del Michay. El rojo intenso natural es difícil de encontrar en la actualidad, ya que escasea el árbol que lo proveía: el Tineo.

Fundación Chol-Chol
Comercio Justo

cuantos numeros!!!! ser los muestro y caput! tres dias


Poodwaddle.com

lunes, noviembre 24

por dos : todos juntos de Los Jaivas


Hace mucho tiempo que yo vivo preguntándome
para qué la tierra es tan redonda y una sola no más
si vivimos todos separados
para qué son el cielo y el mar
para qué es el sol que nos alumbra
si no nos queremos ni mirar

tantas penas que nos van llevando a todos al final
cuantas noches, cada noche, de ternura tendremos que dar
para qué vivir tan separados
si la tierra nos quiere juntar
si este mundo es uno y para todos
todos juntos vamos a vivir




Mira Niñita


Mira niñita
te voy a llevar a ver la luna
brillando en el mar
mira hacia el cielo
y olvida ese lánguido temor
que fue permanente emoción.

Para la hija
de un hombre con ojos de cristal
y papel sellado en la piel.

Mira hacia el cielo
y olvida ese lánguido temor
que fue permanente emoción.

¡Ay! fue permanente emoción
tu pelito en tus ojos de miel
pero ya en tu pecho
florecerán colores de amor

florecerán...

tu pelito...

La ternura tendrás para ti
para ti
florecerán
la ternura...
pero ya en tu pecho
florecerán colores de amor

domingo, noviembre 23

faaaaaaaaaaaaaaaaaa














EL VIENTO TIENE ALGO QUE DECIRNOS

El viento tiene algo que decirnos esta noche.
Si no le oímos será porque creemos demasiado en nuestros asuntos.
Será porque confiamos en que nuestras tristezas o nuestras preocupaciones
llegarán a algún sitio. Pero el viento pasa y nunca llega.
Nos hemos acostumbrado a un mundo demasiado seguro,
y si no vemos el fondo de cada cuestión no nos damos por satisfechos,
pero no hay fondo, y las cuestiones no importan.
La seguridad es lo que nos desvela, pero el viento,
el viento tiene algo que decirnos hoy.
No nos ponemos de acuerdo en nuestros desconciertos
y el viento pasa y nos dice algo que lleva nuestros nombres,
el viento que pasa y nunca llega.


Roberto Malatesta
Nacido en la ciudad de Sta. Fe

sábado, noviembre 22

http://petitorio.noalamina.org/firmar.php Ingresá y firmá

miren aqui miren http://worldtv.com/noalaminatv



Campaña Nacional por un rotundo NO a la minería química a cielo abierto y la
minería nuclear en todas sus modalidades. La Unión de Asambleas Ciudadana (U.A.C.), lanza esta acción a lo largo y ancho de la Argentina para reflejar el rechazo de la ciudadanía a una actividad severamente cuestionada y destructiva desde el punto de vista social, económico, ambiental y fiscal.



Campaña Nacional de Firmas por el NO a la Minería Química a Cielo Abierto
y la Minería Nuclear en todas sus formas
Los ciudadanos del territorio argentino decimos NO a la minería química con la modalidad a "cielo abierto" y a la minería radiactiva en todas sus modalidades (cielo abierto o por galerías).

Pedimos la nulidad y derogación de la Ley de Inversiones Mineras (Ley Nacional 24.196) y normas complementarias.
Exigimos la derogación y anulación por parte de la República Argentina del "Tratado de Integración Minero Argentino-Chileno".
Reclamamos el cierre definitivo y la recomposición del ambiente, según el art. 41 de la Constitución Nacional, de todas las minas abandonadas y aquellas que están funcionando y no respetan la ley general del ambiente (ley nº 25675).
Pedimos previa autorización expresa para la utilización de recursos hídricos compartidos de las poblaciones de las provincias potencialmente afectadas por un emprendimiento minero que se expresarán por referéndum y demandamos la participación de la autoridad ambiental nacional en caso de efectos ínter-jurisdiccionales.
Pedimos se respeten estrictamente los principios ambientales preventivo, precautorio y de sustentabilidad contenidos en la ley general del ambiente y la sanción de caducidad de las concesiones mineras en caso de incumplimiento.
Reclamamos la detención y prisión de los empresarios mineros que contaminan el medio ambiente con sus delitos y la misma condena para los funcionarios públicos cómplices.
Denunciamos los planes nucleares que se fomentan desde el gobierno y enriquecen a los empresarios mineros que desarrollan emprendimientos mineros radiactivos.
Reclamamos expresa "Licencia Social" y participación ciudadana real y efectiva previas a los procesos de autorización de actividades mineras.
¡Sí a la vida y a la dignidad! ¡No al saqueo, destrucción y contaminación!

¡Sumá aquí tu firma a este reclamo!


Nota: Las firmas que se junten a lo largo de esta campaña servirán, llegado el momento, para ser presentadas ante nuestro gobierno a nivel nacional a fin de exigir el cumplimiento de cada uno de los puntos que se enuncian en el petitorio.

Mäs allá de que esta campaña se constituye como una sintética y efectiva herramienta de concientización, su fin no es otro que el buscar la modificación y reestructuración de todo el aparataje político, económico y judicial que avala esta modalidad de minería saqueadora, destructiva y contaminante.

El momento de presentarlas se irá determinando en los sucesivos encuentros de la UAC, los cuales se llevan a cabo de manera trimestral aproximadamente. Allí, por consenso de las agrupaciones y autoconvocados presentes, es que se definirá el accionar de esta camapaña.


NO a la Mina | Unión de Asambleas Ciudadanas

yo escucho...

bueno aja cazadores cosmicos

Repite la fragilidad de la vida, y señala sus engaños y sus enemigos.

tenebroso juego que empieza a haber mas
haber
haber
copie el texto complete o haga algo y
pegue y deje el texto en comentarios
y ta





Qué otra cosa es ............ sino pobreza

en esta .......... frágil y liviana?

Los dos embustes de la vida ............,

........ la cuna, son ..... y ........ .


El ......, que ni vuelve ni tropieza,

en horas fugitivas la .........;

y, en errado ........., siempre ........,

la ............fatiga su flaqueza.


Vive ............. callada y divertida

la ............ misma; ............... es guerra

de su proprio ............ combatida.


Oh, ........., inadvertido, ...........yerra:

..... en tierra teme que ........ la vida,

y ...... ve ........, en viviendo, cayó en ...........!



http://www.usc.es/~quevd/docs/metafi.html

Francisco Quevedo
soneto del Parnaso español. 1648

viernes, noviembre 21

"Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos."


pablo suarez





Los peces
lloran
lágrimas dulces
que revuelven
este mar
de sales azules.

II

Llega
inevitable
la ola.
Barre
con fuerza
las caracolas.

III

Entre arenas tibias
y soles rojos,
la espuma blanca
abre sus ojos.


Pamela Archanco



miércoles, noviembre 19

sequoya




alto Cherokee


inventor de un alfabeto sin saber leer ni escribir

domingo, noviembre 16

NO SE TRATA DE HABLAR...




No se trata de hablar,
ni tampoco de callar:
se trata de abrir algo
entre la palabra y el silencio.
Quizá cuando transcurra todo,
también la palabra y el silencio,
quede esa zona abierta
como una esperanza hacia atrás.
Y tal vez ese signo invertido
constituya un toque de atención
para este mutismo ilimitado
donde palpablemente nos hundimos.


juarroz Poesía Vertical VIII - 2

sábado, noviembre 15

la tierra propia parece extraña

compania teatral Tres gatos locos




III Gira latino-americana - Día 260 - Ciudad Neily - Costa Rica




Pura Vida!






Chau amigos, chau personajes, chau Colombia, chau Sudamérica.



El 25 de julio, día fuera del tiempo según en el sincronario maya, aparecieron quienes nos cruzarían en velero hasta Panamá: Hervé, Dagny y el pequeño Amaní, una familia que por primera vez haría este cruce. En esta oportunidad seríamos seis pasajeros a bordo del velero Little Whale. Hervé, francés ecologista curtido por el sol y el mar, protestaba consigo mismo diciendo: "Estoy loco, yo estoy loco, nueve ahí dentro, estoy loco".

Después de varios intentos fallidos, trámites vanos en la capitanía y averiguaciones infructuosas, la posibilidad de cruzar apareció imprevistamente gracias a una acción impulsiva y precisa.



"Puede ser que lo que dé verdadero sentido a la búsqueda sea el encuentro y que haya que buscar mucho para encontrar lo que tenemos al lado"



Ese mismo 25 de julio nos fuimos a Playa Blanca, una isla cercana a la que viajamos junto a todos los que convivíamos en la casa de Luchi. Allí festejamos el día sin tiempo, allí prendimos fuego, allí agradecimos...



La partida de Cartagena fue un verdadero evento para todos nosotros. Nuestros hermanos, Los Buenos de Palermo, se despedían mientras trasladábamos en un gomoncito, haciendo varios viajes, todo nuestro equipaje. Becerra con su habilidad tetrística acomodaba los embalajes en el velero, mientras Hervé seguía protestando: -Yo estoy loco, loco.

Ninguno de nosotros había estado en alta mar tanto tiempo. Así que navegar durante cuatro días fue una experiencia inolvidable. Conocer pequeñas islas paradisíacas perdidas en el mar Caribe, vomitar el desayuno recién consumido, dormir acunados por las olas, bucear entre corales, maniobrar con el timón, ver como el mar se besa con el cielo y dejar que el viento elija la velocidad de avance, fueron algunas de las tantas sensaciones que se nos aparecieron en esta pequeña odisea que puso a prueba nuestra convivencia en un espacio tan reducido y movedizo como aquel pequeño velero. Los días se sucedieron entre mareos, descansos necesarios y charlas infinitas como el cielo que nos cubría.


En este viaje conocimos el archipiélago de San Blas, la isla aduana El Porvenir y el conjunto de islas de Cartí, donde viven los originarios Kuna. Ellos conforman una comunidad que sobrevive por el turismo que pasa por allí y gracias a sus hermosas molas, además de ser mano de obra barata en las ciudades de tierra firme.
La frontera más difícil que nos ha tocado sortear la cruzábamos con la bandera de USA flameando en nuestro transporte, ja, una burla del destino que a su vez nos permitía llegar a Panamá evitando tener que partir el viaje en cuatro tramos, Montería, Turbo, Capurganá, Puerto Obaldía. Así esquivaríamos a las autoridades fronterizas que nos habrían abierto nuestro equipaje una y otra vez y nos habrían requisado sin respeto. Sin dudas, Panamá es un tapón para todos aquellos que aspiran entrar a Centroamérica y así acercarse a Estados Unidos. Por consecuencia, y teniendo en cuenta nuestro aspecto, nosotros también habríamos sido caratulados con el rótulo de ENDPP, Extranjero No Deseado Por Pobre.

En las islas de Cartí nos quedamos una noche descansando. Jugamos al atardecer con los niñitos que se acercaban curiosos al velero, estábamos contentos.

Nos despedimos con alegría de la familia navegante, para ellos fue la primera vez que compartieron un viaje así y para nosotros fue una experiencia excepcional. Horas después dejábamos el velero y comenzábamos a saltar en camioneta por la húmeda selva panameña. El equipaje se movía peligrosamente en la parrilla de la 4x4 y el barro acumulado en el camino dificultaba el avance, hasta que por fin llegamos a la ruta pavimentada que nos conduciría a la ciudad.


Los edificios sobresalían entre los claros que dejaba el paisaje mientras nos acercábamos a Panamá City, embarrados, cansados. Panamá iba a ser diferente a todo en este viaje.
Caímos en un hostal ubicado en la parte bancaria de la ciudad. El lugar nos ofrecía algunas comodidades que creímos interesantes, a pesar de que el costo de la estadía nos obligaba a trabajar diariamente con el amigo Juan Carlos Semáforo para poder mantenernos.

Trataremos de brindar una primera imagen de esta ciudad: muchos rascacielos, muchos edificios en construcción, muchos bancos, muchas empresas multinacionales, mucho consumo, mucha desigualdad.


Los primeros días intentábamos encontrar alguna plaza o escuela donde poder actuar, necesidad vital para nuestra subsistencia, pero se tornaba una tarea complicada en esta ciudad. El único teatro con el que pudimos hacer contacto sólo hacía funciones en inglés para extranjeros. Tampoco encontramos espacios para presentarnos en la calle. La lluvia, protagonista en esta época del año en el Caribe, decidía cuáles serían nuestros movimientos, mientras purificaba y limpiaba las calles mugrientas de humano.
Fue entonces que un hecho cambió drásticamente las circunstancias del viaje, nos robaron la computadora. Chan! La herramienta fundamental para poder presentarnos, para recopilar nuestra información, para escribir, había sido sustraída. Por suerte no perdimos a Funes, nuestro disco rígido externo, cerebro virtual que almacena la música de las obras y nuestra historia en forma binaria. No fue un robo violento, fue un hurto, una distracción nuestra, una avivada ajena.

Este acontecimiento nos obligó a reconsiderar el tiempo de estadía en Panamá. Teníamos que quedarnos para conseguir otra compu. Un préstamo urgente de nuestras familias posibilitó comprar otro aparato mejor que el que teníamos. Así nos despedimos de La Chata, como cariñosamente llamábamos a la antigua PC, por su evidente deterioro. Y así evolucionamos a los tumbos, como muchas veces sucede.


Un día conocimos a varios compatriotas, Maxi, Agustín, Sebastián, Vale, La pichi, y a los colombianos Cata y Alex. Hubo buena vibra y junto a ellos volvimos a ser trece en el hostal de la zona bancaria. Los mismos trece que, un día después, nos retirábamos a paso lento de ese hostal luego de haber sido echados injustamente por diferencias energéticas e ideológicas. Es que en Panamá el afán de dinero y el consumo desmedido han transformado a la sociedad. Los dólares son motivo de orgullo para gran parte de los panameños, aunque sea difícil sobrevivir para la mayoría de la población. El canal de Panamá genera montones de divisas que, supuestamente, pasaron de manos yankees a manos panameñas, pero que sólo son invertidas en fastuosos edificios que representan el "boom inmobiliario" de la ciudad. Los dueños de los cientos de vehículos importados que atolondran el tránsito son, en su mayoría, blancos. Y los que viven en los barrios pobres son, en su mayoría, negros. Aparentemente en este sentido no hubo un "boom igualitario", las cosas siguen igual desde hace tanto tiempo. Salvando las grandes diferencias, es inevitable comparar esta actualidad del país centroamericano con aquella Argentina de los 90´, del imposible 1 a 1 y de la insostenible prolongación de esa farsa. Un amigo nuestro, Omar Pascale, decía que había lugares con los que no tenía "feeling", bueno, algo así nos empezó a suceder con Panamá City. Durante aquellos días vimos el deslumbrante inicio de los Juegos Olímpicos, vimos a los chinos ganar todo, a nuestro país sobrevivir gracias a la grupalidad y vimos a Panamá festejar como nunca la medalla de oro de Irving Saladino, un negro que saltó más de 9 metros de largo y se llevó la primera medalla de oro en la historia de Panamá. La fiebre por Saladino se extendió durante varios días, por las calles los borrachos gritaban "¡Oro, oro!" y el pueblo agradecía tener una alegría entre tanta desesperanza. Evidentemente somos el fruto de nuestro pasado, y en Panamá las cicatrices de las invasiones armadas, de las intervenciones made in USA y de los planes económicos devastadores, están marcadas en la piel. Tanto así que, por ejemplo, a uno lo pueden llevar preso por andar con el torso desnudo. El pensamiento militar se mantiene vigente y seguirá así mientras el pueblo no reaccione de manera contundente.

Los trece que éramos terminamos en Casa Grande, un hotel de mala muerte ubicado en el casco viejo de la ciudad, sin duda la zona más bonita, con sus casas antiquísimas, algunas de pie y otras carcomidas por el paso del tiempo y el olvido del hombre. Allí la Coke, una amiga argentina que vino a pasar un tiempo con nosotros, regresó al país. De a poco comenzamos a formar parte del paisaje del barrio, como en Getsemaní, el antiguo barrio de Cartagena.

Casa Grande es una suerte de refugio de personajes almodovarianos dentro de un marco conventillero. En ese lugar conviven seres destruidos por la pasta base, prostitutas, travestis, ladrones y algunos otros difíciles de catalogar, como La Peque, una especie de hobbit-empleada de limpieza que se movía al ritmo del estímulo que viajara por sus venas. La peque decía que ahora se daba gustos que antes no, mientras reía con su mandíbula sobresaliente y los pocos dientes que le quedaban. También estaba Fany, un travesti joven de aspecto derruido que consumía cocaína todas las noches y nos visitaba cada vez más seguido buscando con quién charlar. También andaba por ahí el hombre que se metía una gillette en la boca, el polaco alcohólico varado por amor que pintaba cuadros bastante feos, la nena de rizos enormes que buscaba donde jugar, una gordita que gritaba: "Ellos tienen que practicar su teatro" y varios personajes que completaban un paisaje realmente bizarro.

Este marco, la falta de funciones y las ganas de crear, nos motivaron a realizar un cortometraje. Casi todas las noches nos quedábamos hasta altas horas jugando al cine. Los amigos con quienes vivíamos y los mismos panameños nos ayudaron a crear sets de filmación en las noches de Casa Grande. Los demás huéspedes se intrigaban por las escenas que filmábamos, preguntaban, se asustaban, se sorprendían y festejaban que algo diferente pasara en el hotel, algo que no tuviera que ver solamente con ganarse unas lucas para sobrevivir y para sostener los vicios.
En eso se abocaron nuestras energías, en filmar, en trabajar diariamente en el semáforo y, por fin, en dar alguna función. Una de ellas la hicimos en el parque Omar, un gran espacio verde en la ciudad. Las otras dos en la Escuela Profesional. Resaltaremos estas últimas porque en ellas pudimos ver reflejado el estado de la educación en Panamá, similar al de muchos lugares de nuestra sufrida Latinoamérica, pero bastante particular en algunos sentidos. A los directivos de las escuelas panameñas no les interesa realizar actividades culturales, y esto no es por motivos económicos. Tuvimos la intención de brindar una función gratuita en una escuela llamada República Argentina, ubicada en el sector más pobre y peligroso de la ciudad, donde todos temen entrar porque hay balaceras todo el tiempo según dicen. Allí ofrecimos presentarnos solidariamente, pero no se pudo concretar por cuestiones burocráticas, absurdas como todas las cuestiones burocráticas. Cuando suceden estos hechos nos preguntamos qué hay que hacer, cómo reaccionar, por qué hay tanto desinterés por la cultura o, en todo caso, qué peligro representamos nosotros para los niños panameños. A Caro le preguntaban cuál era beneficio concreto de hacer teatro en la escuela. Tal vez imaginar, soñar, crear, son acciones que ya no tienen cabida o no sirven en este mundo cada vez más virtual.


La estadía en Panamá se prolongó bastante esperando la realización de las dos funciones pactadas en la Escuela Profesional, funciones que se demoraban por distintas cuestiones, pero que nos permitirían devolver parte del dinero prestado para la computadora. Apenas concretamos las presentaciones y terminamos la filmación de la película, nos fuimos de la ciudad, al mejor estilo gatuno. Parece ser que nuestras salidas siempre están ligadas a una serie de voraginosos acontecimientos que hacen que nuestras despedidas sean bastante atolondradas.


Álvaro Mútis, escritor colombiano, describe así a la ciudad de Panamá en su libro Ilona llega con la lluvia:

"...era un sitio de paso, un lugar de tránsito, condición que le otorgaba, a quienes la visitaban, ese encanto que tienen las ciudades y lugares que no dejan huella, que no imponen el espíritu secreto que las define, ni exigen del que pasa un esfuerzo para ajustarse a peculiares reglas que rigen la inconfundible rutina que las anima...es más, entre más modestos nuestros propósitos, más difíciles son de cumplirse en esa suerte de incesante corredor donde nadie vuelve la atención hacia los demás".



Depositamos nuestros cuerpos en el bus y partimos hacia Costa Rica. Seis horas separan a Panamá de Ciudad Neily, el pueblo desde el que les escribimos. Vinimos aquí por un viejo contacto, Arnaldo, que nos ofreció alojarnos en su casa-cuarto de 5 x 4 metros. "Donde entran uno entran mil" dijo, y nosotros afirmamos contentos mientras nos esquivábamos en La Pecera, apodo cariñoso que le pusimos a nuestra provisoria morada. Arnaldo es profesor de historia en la universidad, anti-imperialista, generoso y dice todo el tiempo: "Pura vida, mae". El pueblo es bonito, la gente saluda en las calles, se interesa por las funciones, por nuestro viaje, por el intercambio. Y nosotros andamos contentos por ahí, entrenando malabares en la plaza, yendo a patinar todos juntos, visitando la feria de diversiones que se instaló durante diez días, con sus autitos chocadores y luces de tubo estridentes que iluminan los tacos de las señoritas del pueblo hundiéndose en el barro acumulado por tanta lluvia. Es saludable sentir como cambia la vida en un pueblo, como se puede respirar, pasear, saludar, descansar, y sobre todo como cambia el trato con la gente. Desde un primer momento nos alegramos de volver a encontrar amabilidad y sonrisas, necesitábamos eso. Visitar Ciudad Neily nos enseñó que con el tiempo no se puede especular, que si uno debe moverse porque así lo siente, así tiene que hacerlo. "No irse es pudrirse de a poco". Las ciudades cada vez nos ofrecen menos alternativas, cada vez hay que trabajar más para sobrevivir menos, ser más veloz para pensar más despacio. En cambio en los pueblos hay tiempo para que don Orlando Silva, bicicletero de 82 años, se acerque en el parque y nos diga que va a fabricar un monociclo para aprender a andar, mientras nos invita un refresco y se ríe lleno de salud. Pato, nuestro viejo amigo de ecuatoriano, guardián de las montañas, ya nos ha dicho que la única posibilidad de supervivencia es regresar a la tierra, volver a trabajar en ella, volver a respetarla. Y eso es lo que vemos cuando nos movemos de una ciudad a un pueblo, al campo, a las montañas, o viceversa.

Llegamos a este pueblo porque teníamos un viejo conocido, que se transformó en amigo de todos, compañero que irá a visitarnos en Argentina, y así presenciamos una vez más como las redes se tejen con ganas de confiar más. En una semana en Ciudad Neily realizamos más presentaciones que en un mes en Panamá. Sinceramente nos hubiese gustado conocer más de aquél país, no sólo la capital. Pero el viaje tiene sus propios ritmos, a veces más lógicos, otras más impulsivos, a veces drásticos, necesarios, "Móntate en el tiempo" diría nuestra amiga Nieves, y eso es lo que intentamos hacer, ese es nuestro camino, nuestro aprendizaje.


En Centroamérica llueve mucho en esta época, todos los días ha llovido, a veces más, a veces menos, a veces todo el día. Nos vamos acostumbrando a que las gotas ordenen nuestros movimientos.

Pensábamos quedarnos una semana, como máximo, en ciudad Neily, pero tanta hospitalidad y tanto interés por nuestro trabajo hicieron que sigamos compartiendo con la gente linda un tiempo más. Se cumplieron dos semanas de estadía en el pueblo y pudimos actuar en otros lugares como La Cuesta, Río Claro y Paso Canoas. Fueron un total de nueve presentaciones, llevando nuestra locura con ganas de actuar y reír junto a los chicos y grandes ticos.
Se nos empachaban los ojos de tanto verde rico que nace al costado de las carreteras, pensamos en la tierra generosa de esta región y simultáneamente nos enteramos que en Bolivia la tierra es insultada por separatistas cegados por el dinero y manejados como títeres por un imperio corrompido y en decadencia. La muerte desata la furia de los pueblos y Latinoamérica debe mostrar que está más fuerte que nunca. Pero no con la fuerza lastimosa de las balas, sino con fuerza de hermanos. Esta fuerza no tiene que ver con la política, tiene que ver con las miradas que encontramos y nos encuentran al andar, con las risas de los niños de las escuelas más humildes que gritan con fuerza, ellos son los que tienen la razón y por ellos hay que seguir luchando y defendiendo lo nuestro. Por eso también tenemos como objetivo llegar al Foro Social de las Américas que se realizará en Guatemala a partir de la segunda semana de octubre. Como aquella vez en Caracas, en el Foro Social Mundial 2006, queremos decir presente los Gatos Locos, que somos cada vez más.


Queremos agradecer de corazón a todos aquellos que nos alientan y ayudan, cada mail que recibimos lo compartimos con mucha alegría, como una rica ronda de mate.


Enviamos un archivo adjunto que es la presentación fotográfica que ilustra estas palabras. Los invitamos a que la vean. Para que no tengan problemas les recomendamos bajar el archivo a la computadora que estén usando y posteriormente abrirlo. Si lo ejecutan sin guardarlo es posible que lo vean desconfigurado, lo cual sería una pena porque le hemos puesto todo el corazón para que se reflejen con fidelidad estos momentos que les relatamos.



Agradecemos profundamente a Hervé y Dagny por aquél viaje azul. A nuestras familias por prestarnos el dinero para comprar a Blanquita, la nueva compu. También a Eric, Vale, Pichi, Maxi, Agus, Seba, Cata, Alex, Bruno y Yari, por participar desinteresadamente en la filmación de nuestro cortometraje. Y agradecemos muy especialmente a nuestro amigo Arnaldo por su calurosa hospitalidad.


III Gira Latino-Americana – Día 313 – San Salvador


-313-

Si Centroamérica fuese una novela, definitivamente Panamá y Costa Rica serían su prólogo. O más bien sería una novela doblemente prologada, como si dos autores bien dispares, quizás lejanos en el tiempo, otorgaran sus textos a modo de preludio a la obra. Pero convengamos que la novela centroamericana comienza cabalmente al entrar en Nicaragua. Es que estos dos países por los que se entra desde el sur a la cintura de América son bien distintos a los que siguen. Mantienen características particulares y bien disímiles entre sí. Panamá con su hipnosis por las divisas que deja el canal, sus indígenas dolarizados, sus puertas cerradas a Sudamérica. Costa Rica con su paréntesis social, su desmilitarización, su inocencia, su pura vida. Hasta las banderas de estos dos se distinguen de las demás con sus agregados rojos. No es que no haya denominadores comunes, por supuesto que los hay, los mismos que nos engloban a todos los latinoamericanos. Pero definitivamente en Nicaragua comienza el clima social fielmente centroamericano.


Capítulo 1 – Nicaragua

Llegamos a Nicaragua el mismo día que Centroamérica celebraba un nuevo aniversario de su independencia, el 15 de septiembre. Una frontera calurosa repleta de banderas sandinistas nos dejó pasar a cambio de los siete dólares per cápita obligatorios. Luego un bus desvencijado nos llevó por hermosos caminos, bordeando el gran lago y admirando la grandeza de los volcanes, hasta la propia capital nicaragüense, Managua. Bajamos en un terminal que no era. Más bien parecía un playón-mercado lleno de gente comerciando sus cosas. Una horda de taxistas enloquecidos nos rodeó tratando de convencernos de llevarnos a diferentes destinos. Finalmente nos fuimos en uno apretadísimos hacia una zona de hoteles baratos. Al llegar, luego de algunas averiguaciones y gracias a la guía de "Calandraca", un pibe más bien marginal del barrio que tenía cuarenta hermanos por parte de padre, llegamos a la casa de huéspedes Castillo. Era una casa devenida hotel. Allí nos alojamos durante toda nuestra estadía en la ciudad.
Los días siguientes comenzamos a notar que la supervivencia en la ciudad no iba a ser tan fácil. El semáforo no era muy redituable y la posibilidad de hacer ruedos callejeros era casi inexistente. Managua es una ciudad bombardeada por los terremotos, la pobreza y los dictadores. A primera vista la ciudad está completamente desarticulada y en desorden. Ante la pregunta de ¿dónde queda el centro? nadie sabe bien qué responder, simplemente sonríen o inventan algo, porque sencillamente en Managua no hay centro. Tampoco hay zonas muy definidas, todo parece mezclado, escondido, aleatoriamente dispuesto. Es común ver casas convertidas en oficinas, hoteles, peluquerías, almacenes, inmobiliarias, bares o pensiones como la que habitábamos. Managua es la capital de un país muy golpeado, principalmente por sus traidores vende-patrias, familia Somoza a la cabeza, perpetrados en el poder por cinco largas y sangrientas décadas, abocados ciegamente a satisfacer los intereses extranjeros en la región. Después de la cobarde traición a Sandino, el imperialismo entró con toda la fuerza a Nicaragua castigándola como si quisiera cobrarse la valentía de aquellos nicaragüenses que enfrentaron la invasión norteamericana y dieron su vida por la libertad. Sin embargo Managua también es una ciudad llena de poesía y de buenas gentes. Un pueblo con gran conciencia de su historia política. Llena de niños sucios de andar jugando en la calle, que corren y gritan y andan en busca de un poco de felicidad en cada rincón.
Las oportunidades no se hicieron esperar. A los pocos días conocimos a un grupo de teatro, los Guachipilín comandados por Gonzalo, un titiritero boliviano que se enamoró de Nicaragua y se quedó junto a Zoa,, su compañera, titiritera, teatrista y siempre ávida de relatar sus buenas historias. Juntos dieron forma al proyecto y lo hicieron vivir a costa de grandes sacrificios. Hoy son un concreto referente de las artes escénicas infantiles en Managua. Ellos nos abrieron generosamente las puertas del festival de teatro infantil que estaban organizando y que, sincrónicamente, estaba a punto de comenzar. A raíz de esta propuesta decidimos quedarnos en la ciudad. Transcurrieron tres semanas apacibles y activas a la vez. Numerosas funciones en escuelas, en colegios, en centros de ayuda solidaria, en algunos bares y en la universidad nacional, surgieron notas periodísticas y diversas invitaciones. Y cada día, agotados con el gratificante cansancio del trabajo, volvíamos a repararnos al hotel donde Jorge, el dueño, se pasaba los días sentado en la misma reposera ventilador en cara, radio a todo volumen, todo el día tomando caña con coca-cola y hielo, sin pausa pero sin prisa. Desde que se levantaba hasta que se desmayaba por la noche en la cama -a veces con el permiso de una breve siesta- se pasaba la vida ahí sentado sin hacer nada más que alimentar su pequeño viaje personal alcohólico y risueño. El pasado le brillaba en los ojos y en su risa forzadamente estridente. Más allá de su aparente abulia nos resultaba un tipo simpático y divertido. Nos amigamos bastante con él, y a él evidentemente le caímos como un buen paréntesis en su rutina indefinida de pared y caña.
Pasadas estas tres semanas de constantes lluvias y funciones, días en que también conocimos Granada, la más antigua ciudad nicaragüense, llegó el momento de irnos. Pronto comenzaba el III Foro Social de las Américas en Guatemala y queríamos estar allí. El domingo 5 de octubre tuvimos el honor de cerrar el festival con una linda función de Un Cuento Negro en el Palacio Nacional de la Cultura, un antiguo gran edificio situado al lado de la catedral semidestruida desde aquel terremoto en que ardió todo Managua, en los 70'. Un hall ilustrado con imágenes revolucionarias y con el eco de los edificios importantes nos sirvió de escenario para irnos de la mejor manera, llenos de alegría y aplausos. Esa misma noche, como confirmando nuestro contento, nos hicimos un rico asado con vino tinto para celebrar y despedirnos de Nicaragua que nos había tratado muy bien.
El día siguiente fue día de fronteras y de quiebres. Por la mañana nos fuimos en bus con destino a Guatemala. Sin escalas, sólo nos quedaban 24 horas para llegar a tiempo al foro. Hicimos récord fronterizo. De Nicaragua cruzamos a Honduras, atravesamos rápidamente la punta sudoeste de ese país y por la noche ya estábamos llegando a El Salvador. En esa frontera entramos en un vórtice oscuro, como un desorden de la energía, un pequeño pozo. Cuando ya abandonábamos el control migratorio, un oficial salvadoreño le informa a Yari, que viajaba con nosotros, la imposibilidad de ingresar al país. ¿Por qué? Por venezolana. Absurdos del sistema que superan la lógica y la paciencia. Luego de calurosas discusiones y de cansarnos de enarbolar los más inalienables derechos al libre tránsito por el mundo, la burocracia uniformada pudo más a fuerza de obstinación y silencios impunes. Yari se tuvo que quedar a dormir en el pueblo hasta el día siguiente y nosotros continuamos el viaje, enojados, pero enteros. El vórtice no había terminado. La frontera oscura nos deparaba una sorpresa más. Mientras todos discutíamos abajo del bus para que dejaran pasar a Yari, alguien dentro del colectivo nos manipuló las mochilas despojándonos de la recién adquirida cámara fotográfica de Caro y de todas las fotos que traía encima. De nada sirvió apelar al sentido común, ni a la reflexión. Mucho menos sirvió la pericia policial. La cámara ya estaba bien guardada. Así entramos a El Salvador y de punta a punta lo atravesamos casi sin detenciones. A la madrugada temprano llegábamos a la ciudad de Guatemala.


Capítulo 2 – Guatemala

Guatemala nos esperaba con corazón y abundancia. La tierra de los mayas nos abría generosamente sus puertas. Y sus brazos. La bienaventuranza no se hizo esperar. Aquella noche de golpes bajos parecía lejana a la luz de esta nueva etapa. Salimos a la ciudad que despertaba abrigándonos improvisadamente ante el fresco de la madrugada guatemalteca. Desayunamos unos cafés con leche con panes en un pequeño antro nocturno que se disfrazaba de cafetería para seguir trabajando durante el día. Mientras tanto comenzamos a husmear la ciudad y los contactos porque ese mismo día comenzaba el foro. Las respuestas llegaron pronto, montadas sobre las sincronías. Vale nos había llenado la casilla de correo con mensajes sobre un cierto contacto en Guate. Luego de ir encadenando todos los mails nos dimos cuenta de que el contacto era Sandy, la Picoletta, a quién habíamos conocido el año pasado en Buenos Aires y con quien habíamos compartido un par de eventos en CasaPasco. Ella no sólo nos esperaba con soluciones de alojamiento y alimentación, también se encargaba de la agenda cultural del Foro de las Américas. Semejante coincidencia nos hizo sonreír profundo y aliviarnos. Horas después nos alojábamos en la antigua y soleada pensión Meza, donde en tiempos pasados se había hospedado el Che Guevara, acontecimiento que era motivo de orgullo en la casa. A lo largo del día se fue poblando de gente de distintos lugares que venía a participar del foro. Estábamos felices de nuestra llegada.
A la tarde fuimos a la universidad donde se celebraba este nuevo encuentro contra la globalización. Llegamos y entusiasmados fuimos mezclándolos con la multitud que iba llegando. Vimos todo el concierto de inauguración, escuchamos los discursos de algunos representantes y comenzamos a conocer los espacios del predio universitario. Esa noche volvimos a la pensión derruidos, pero motivados para comenzar al día siguiente con nuestras presentaciones.
La pensión es una antigua casa poscolonial que conserva de aquellas el patio interior y las habitaciones alrededor. El patio es muy agradable, el sol pega allí de una manera especial, pega naranja y cálido. Una mesita de hierro con sus sillas y unos sillones dispersados crean un ambiente excelente para charlas y humaredas. En la pensión paran varios malabaristas y también artesanos que completan el clima despreocupado del lugar. La mesa de ping-pong, un motivo más. Allí nos batíamos con Tito y Marcos, dos argentinos que conocimos allá, en nuestros torneos de la A.P.P.P. (Asociación de Ping-Pong Profesional) que habíamos fundado. En aquella casa nos desconectábamos de las largas jornadas de foro.
Los cinco días que duró el evento fueron mucho más intensos y fértiles de lo que imaginábamos. Todos los días dábamos dos funciones en un auditorio de la universidad, de características más académicas que artísticas. La acogida fue tan buena entre la gente que la voz se pasó y cada día se llenó más y más el auditorio. La calidez y fuerza de los aplausos, de los abrazos y de las palabras de aliento fueron nuestra mejor retribución. También sumamos los ruedos callejeros fuera de programación, en la gran explanada de entrada de la universidad. Gruesos y fervientes ruedos. Y además de esto nos propusimos una actividad más. Convocamos a toda la gente que quisiera anotarse para participar de un montaje colectivo que realizaríamos en repudio al neoliberalismo y la globalización y que presentaríamos en el acto de cierre del Foro en el Parque Central. La fecha era el 12 de octubre, aniversario funesto de la conquista de América llamado burlescamente por los mismos dominantes "Día de la raza". De qué raza valdría preguntarse. O preguntarles más bien. Si es que hay algo más que preguntarles a estos genocidas que ayer venían en Carabelas y hoy vienen en tanques, en etiquetas, en marcas, en la TV, en la fiebre del consumo, en el espantoso poder de las transnacionales que deciden qué pueblos van a morir de guerra, cuáles de miseria y qué otros de peste, que se toman el permiso de patentar las medicinas, las semillas y el agua. Hoy nos siguen conquistando con el peor acto terrorista que se comente cotidianamente ante la indiferencia general: Casi 50.000 personas mueren de hambre cada día en nuestro planeta. Esto podría evitarse sólo con el dinero que Europa o EEUU gasta en cosméticos. Imaginemos lo que gastan en armas. ¡Qué especie enloquecida la nuestra! Tenemos que poner manos en el asunto. Todos. Es urgente. La indiferencia en estos extremos se convierte en complicidad. Ese es nuestro pensamiento creciente.
Durante tres días consecutivos ensayamos el montaje con más de cincuenta personas que se apuntaron a la movida y que se entregaron con toda la energía a la experiencia. Construimos un trabajo grupal basado en algunas de nuestras antiguas intervenciones en los subtes de Buenos Aires. Cada día ensayamos una historia y le dimos forma a este acto colectivo de más de cincuenta actores. Finalmente enlazamos las tres. Historia de los Imperios, Historia del Miedo e Incomunicación se transformaron en una gran intervención conjunta.
Al fin llegó el domingo de la marcha. Ya teníamos el plan elaborado. Nos reuniríamos en la puerta de la catedral, justo al costado de la plaza, allí nos maquillaríamos y nos organizaríamos para luego atentar en la multitud. Así lo hicimos. Puntualmente estaban todos vestidos de negro según lo convenido, bien dispuestos a la acción. Luego de un par de horas de espera necesarias, justo antes de que termine el acto y ante la mirada impávida de todos, nos colamos entre la multitud y abrimos un enorme círculo en el medio. Becerra ya había intervenido el control de sonido, cortó todos los micrófonos del escenario y subió los nuestros junto al tema de Fermín Muguruza que era la señal de que comenzaba la intervención. Todo sucedió muy rápidamente para nosotros. Fue como un vértigo en el que de pronto disponíamos de toda la atención y el gran silencio de la gente. Y de sus oídos que escuchaban nuestras historias. Fue maravilloso. Cada historia fue escuchada y percibida en el espacio. Transcurrieron uno a uno los relatos coreografiados, despertando la catarsis en cada juego con la gente. Primero romperle la cara a Bush, luego reventar el miedo y finalmente vencer a la burbuja de la incomunicación. Todo se canalizó en un torrente de cientos de aplausos. Luego un escape perfecto. Abrazos, lágrimas, risas, respiraciones fuertes, cantidad de fotos y palabras atolondradas, adrenalina, realización, certeza. Una experiencia inolvidable que, por fortuna, nuestro nuevo amigo Massimo retrató sobradamente con su cámara equilibrando un poco lo eternamente efímero del teatro.
Aquellos días de foro terminaron por abrirnos gran cantidad de puertas. Puertas nuevas, inciertas, verdaderas oportunidades de seguir. Algunas se manifestaron en lo inmediato y otras, más tarde. Algunas aún no se han manifestado, pero ahí están, latiendo.
Terminado el vértigo del foro, sólo quedó un eco, un vacío en nuestros cuerpos, vacío fértil y feliz. La sensación de haber concluido un acontecimiento dejando todo el ser en ello se manifestaba ahora como una necesidad de freno. Estábamos emocionados de cómo tantas personas, de tan diversas latitudes, se habían entregado al trabajo que propusimos y habían confiado y puesto el cuerpo desde el principio. Muchas gracias a toda esta gente. Esa fue la fuerza, el motor, que nos permitió conseguir nuestro propósito, intervenir el acto político con otra voz, la voz popular del cuerpo, que llega distinta, una voz integral, colectiva, llena de imágenes y acciones. Efectiva.
Los siguientes fueron días de descanso y reparación. Días de pensión Meza, de ping-pong, cannabis y paseos. A la tercera jornada comenzamos a despertar de ese feliz sopor que nos habían dejado los días intensos. Dejamos el hotel para quedarnos en la casa de unos conocidos del foro, los del colectivo GuateBuena. Miraron un poco asombrados nuestra inevitablemente estrepitosa llegada. Pero pronto nos familiarizamos y nos hicimos buenos amigos de ellos. La casa es grande y generosa, llena de habitaciones y personajes. Ellos han comenzado a agruparse y a pensar cosas juntos. Primeras semillas incipientes de una juventud altamente reprimida durante muchos años en Guatemala. Lo inevitable. La verdad que vuelve a aglutinarse después del crimen como vuelve a crecer la hierba en el campo quemado. Sus tareas grupales aún son poco definidas, pero eso mismo quizás es lo que les da verdadera ductilidad y fluidez para sobrevivir al individualismo que siempre quiere atentar sobre cualquier intento de colectivizarse. Toda unión es urgente en este país donde se masacró a más de 200.000 personas en las últimas décadas (presten atención a ese número), donde no hay libertad de expresión (ni de impresión), donde hay una fuerte lucha campesina reprimida con todo el cinismo imaginable (y el inimaginable también), con una colección de dictaduras militares marca CIA. Pero con la historia insondable de la gran civilización Maya a sus espaldas y con la presencia rotunda de éstos que están, que dicen y que siempre se alzan después de cada caída. Y que cuánto más se caen, más fuertes se levantan. Los originarios de estas tierras aquí demuestran que son los conductores del cambio y que traen, igual que antaño, la sabiduría y el mandato sagrado de la tierra.
Sobre los mayas sobrevuela una historia sagrada de profunda sabiduría y también una posterior historia de sangre y revoluciones que se desató con aquella funesta llegada europea al continente, represión oscurantista inversamente proporcional a la grandeza y la luz de la civilización maya, padres del saber humano.
Rápidamente nos habíamos transformado en parte de la casa. Pronto la cocina era una fiesta de sabores, el living un pasar de humos y películas, el patio un mundo de malabares y ropa recién lavada. El día 13 en Guatemala nos tocó el placer de recrear la ciudad de Oscurópolis y volver a teñir su calle 13 con las aventuras de Bruno, el deshollinador. Un Cuento Negro fue presentada ese domingo en la sala del mago Marcel, que nos la ofreció fraternalmente. Siempre es satisfactorio volver a las salas. Cuando lo más común de la gira son las calles, las escuelas, los eventos, las pequeñas comunidades, una función a la italiana con butacas y luces resulta un regalo encantador.
Ese lunes fue feriado por conmemoración de la revolución guatemalteca, la única primavera de este pueblo, que duró unos diez años. Acompañamos a los muchachos de GuateBuena a la movilización.
Al otro día festejamos sin contemplaciones el cumple de Caro. No faltaron los globos, ni la risa, el baile, los juegos, vinos, pizzas, hasta un picadito nocturno ahí mismo en la callecita.
El 22 de octubre nuestra gira contó 300 días y entonces todo volvió a cambiar rotundamente. Otro vórtice. Cambio de dirección. Es increíble ver la contundencia con la que se manifiestan. Cuando el curso se va a modificar, se siente, se toca, se huele, se ve. De pronto las sincronías son casi redundantes y todo se anuncia. Ese día abandonamos Guatemala.

Capítulo 3: El Salvador

Efectivamente, visto de una manera netamente geográfica, viajar a El Salvador parece ser un retroceso, teniendo en cuenta que viajamos con rumbo a México. Pero, por el contrario, ha resultado ser un verdadero impulso.
Antes de saltar es importante tomar carrera.
Invitados por Marcos, un español que trabaja en una ONG ambientalista, nos vinimos a El Salvador a pasar un par de semanas participando en diferentes actividades por el medio ambiente dando funciones y talleres. Otra puerta que nos abrió el foro. Apenas llegados nos fue a buscar Massimo, un italiano del que nos hemos hecho muy amigos. Otra puerta más. Desde aquel día hasta éste en el que se escriben los renglones Massimo nos ha acompañado fraternalmente y nos ha ayudado a cada momento. Fuimos directamente a Sensuntepeque, a dos horas de San Salvador. Allí estaba la casa de Massimo y Nicoletta, su compañera. Nos recibieron con pastas italianas y sonrisas. Al otro día hicimos un par de funciones y al siguiente nos mudamos a la capital. Fuimos a parar a la casa de Borja, mallorquín pequeño y movedizo, soñador de un mundo nuevo, anarquista y fumador, gran persona que habíamos conocido en Guatemala. Otra puerta. Allí nos quedamos todos estos días, entre funciones y talleres. Nos hemos hecho buenos amigos de este loco. Conocimos la ciudad y los alrededores. Nos enteramos de que también aquí, como en toda la región hay una historia cruenta de golpes de estado sucesivos, de desapariciones y masacre, de intromisión de la CIA en los asuntos internos, de devaluación, de dolarización. Otro blanco sabroso para los buitres. Otro rincón para resistir. Tierra de guerrillas y poetas.
Esos días nos tocó convivir con la Cumbre de jefes de estado de Iberoamérica. Y por lo tanto nos tocó decir y repudiar. Nos tocó hacer lo nuestro. Así que actuamos en las pequeñas contra-cumbres de estudiantes que hubo y en algunos foros universitarios. También en el Agua-Fest, un festival por el derecho humano al agua y en otros pequeños eventos relacionados a la misma causa. Todo lo mechamos con largas jornadas de cine en casa de Borja, con suculentos almuerzos en el mercado, con pupusas a la noche, y algún que otro paseo. El día final de la cumbre asistimos a la marcha en repudio a las políticas imperialistas. Marcha poco concurrida pero bien ruidosa y convencida.
El sábado siguiente, el 1° de noviembre, tuvimos la fortuna enorme de actuar en el teatro de Santa Ana, una ciudad aledaña a la capital. Ha sido, sin lugar a dudas, el teatro más hermoso en el que nos hemos presentado. Casi cien años de magia circulan por sus columnas esbeltas, por sus frescos. Tramoyas, camarines, telones, bambalinas. Butacas antiguas de madera restaurada. Pedimos el permiso correspondiente a los espíritus que palpablemente allí habitan y les agradecimos que nos hayan abierto su espacio. Dimos una buena función de Un Cuento Negro con un importante público de seres duros e impalpables. Esa noche bailamos en un bar y tomamos ron para celebrar.
Dos días después, cuando cumplíamos trece días en el país, junto con el fin del Tzolkin y mientras se cumplía la profecía del presidente negro en el imperio y Maradona comenzaba a dirigir a la selección argentina, nos fuimos a la playa a descansar. A repararnos corriendo por la arena y mojándonos en las faldas del pacífico. Comiendo un rico pescadito. Cantando canciones.

Trescientos trece días de viaje, sólo un número. Realmente el tiempo es mucho más que eso. La línea se ensancha y se transfigura. Se hace cuerpo imposible de contar. Nos parece una vida al recapitularlo. Un viaje.
Viaje y vida no sólo comparten la primera sílaba.

Ahora nos vamos unos días al lago Atitlán, en Guatemala. Y luego quizás hacia México. Otro mundo. Un largo camino por delante. No sabemos hacia dónde vamos, pero vamos seguros de ir. Como decía el poeta, si caminamos diez pasos, la utopía se aleja diez pasos… La voluntad de la utopía es ser inalcanzable, para mantenernos siempre en constante movimiento. Allá vamos, detrás de renovadas utopías.

Gracias a todos los que se van sumando a esta lista de amigos, a esta red. Gracias a los que en el camino nos van confirmando la necesidad de seguir. Gracias a quienes nos ayudan cada día y a quienes simplemente están con sus diversas formas de estar.

Los invitamos a que descarguen el archivo adjunto para poder disfrutar la ilustración fotográfica de estas crónicas, contraparte fundamental de las palabras.

¡Fuertes abrazos desde América!


Compañía Teatral
Tres Gatos Locos


Gracias a todos los del grupo Guachipilín, a Café Art y al bar Caramanchel en Managua. Gracias a Picoletta y a Valentina por su ayuda durante el Foro Social de las Américas. A los Zapayasos a quienes no dejaremos de ir a visitar. A todos los GuateBuena, a Huesos, Panxo, Gómez, a Pili, a Francisco y a todos los otros amigos de la casa. Gracias a Massimo por las fotos y la amistad, y a Nicoletta. A Borja por su entrega incondicional. Gracias Marcos, Carlos y gente de la UNES. Gracias Pichi, Vale y Yari. Gracias a todos los que nos han acompañado de distintas maneras.


A continuación algunos links donde podrán ver videos y notas.

NICARAGUA
http://www.elnuevodiario.com.ni/variedades/27956
http://impreso.elnuevodiario.com.ni/2008/09/26/variedades/85980
http://filcom-unan-managua.blogspot.com/2008/09/tres-gatos-locos-compaa-teatral.html
http://filcom-unan-managua.blogspot.com/2008/09/invitacin-tres-gatos-locos-para.html
http://www.marcaacme.com/noticia.php?id=1279
-------------------------------------------------------------------
GUATEMALA
http://www.youtube.com/watch?v=fk5tdRP0da0
http://www.youtube.com/watch?v=eZgAfKaTLPc
http://www.youtube.com/watch?v=RJZN3opewdc
http://www.youtube.com/watch?v=A8ctzi9m6Ds
http://www.youtube.com/watch?v=ulDHT1W6Mco
-------------------------------------------------------------------
ELSALVADOR
http://www.elsalvador.com/PERIODISTA/nota_base.asp?ida=2235
http://www.hoy.com.ec/noticias-ecuador/el-teatro-germina-en-ambato-258961-258961.html
http://colectivodale.blogspot.com/

jueves, noviembre 6

en un 3 y medio alguien que se haga cargo


Volando entre sueños
me cruze con tus ojos,
parecian muy lastimados,
la gente, abajo,
hacia gestos de enojo,
porque tus lagrimas rojas
manchaban su mundito,
Intente hablarte,
y no tarde en darme cuenta
que aun no encontre tu boca
que me de respuestas.
Asi que te mire,
y entre parpadeos
te dije lo mucho que me duele tu dolor,
me di vuelta,
y te ofreci mis alas,
para que vallas a ese lugar,
ese lugar
donde los cuerpos son inexistentes,
y las miradas se miran,
buscando, quizas,
una nueva forma de expresion.






un simple texto que sin querer me salio del alma,
nose es al primero que le muestro algo tan,
pero tan mio,
espero que te guste aunquesea un poquito, no por mi, si por vos,
gusta te kiero mucho!!!...


























un pregunta...

sos de esos que creen en lo que el hombre nunca supo pintar?

incrible si incriible YASNAIA








http://www.purevolume.com/yasnaia




GRACIAS.MUCHAS GRACIAS.

bajen las armas que la luna esta viendo





Fase
Antes o despuésdlSol/LunasaleenelEste/LunaenelMedioCielo/LunaseponeenelOeste
Nueva -Unos pocos minutos - Salida del sol - Mediodía - -Ocaso
Creciente -6 h después -Mediodía - Ocaso -Medianoche
Llena -12 h después - Ocaso -Medianoche -Salida del sol
Menguante -6 h antes -Medianoche - Salida del sol -Mediodía



no se entiende si no entendes



a Valeria a la luna roja y a pio pio que la extraño tanto y ta

Qué pasa con el tiempo
por qué nunca parás
Eterno huir, eterno caminar
Ve la luna, siempre en su lugar
que te sonríe y vos pasás sin parar
Ve la luna, la noche azul del verano la cobija
y vos pasás

Tal vez quiera acariciarte
o regalarte sus ganas de amar
Eterno huir, eterno caminar
Ve la luna, pequeño universo blanco
tan extraño, tan familiar
Acercate sin miedo y en dulce despertar
ve la luna
Ve la luna, pequeño universo blanco
tan extraño, tan familiar
Acercate sin miedo y en dulce despertar
ve la luna
Un río de palabras
cuando el secreto tan solo es callar
Montañas de nada
te dejan sin respirar

Ve la luna, pureza de este instante
como un rayo fugaz
Ve la luna, luz entre las sombras
brillo en la oscuridad
Acercate sin miedo y en dulce despertar
ve la luna.



letra de Leon Gieco, Ve la luna





Imagen tomada durante el eclipse total de Sol por Anselmo "Cacho" López, Concordia, Entre Ríos, Argentina. La foto pertenece a la fase del total. Las imágenes fueron tomadas con cámara fotográfica digital en forma casi improvisada ya que el clima era muy malo, cuando se abrió una ventana en el cielo y se pudo observar el eclipse en todo su esplendor, los amigos entrerrianos sacaron sus equipos rápidamente para plasmar todas las imágenes posibles del evento.




Imagen tomada durante el eclipse total de Sol por Anselmo "Cacho" López, Concordia, Entre Ríos, Argentina. Fue realizada cuando apenas quedaba una fina luz a cubrir la superficie lunar.




Imagen monocromática tomada durante el eclipse total de Sol por Anselmo "Cacho" López, Concordia, Entre Ríos, Argentina. El termindor de la sombra de la Tierra que va cubriendo la superficie lunar, se encuentra en la mitad apreciándose cuando se amplía la imagen, el relieve lunar que conforma una sombra imperfecta en dicho terminador.




Imagen monocromática tomada durante el eclipse total de Sol por Anselmo "Cacho" López, Concordia, Entre Ríos, Argentina. Esta imagen podría llamarse la última luz, se observa la Luna hundida en la sombra de la Tierra faltando solo cubrir una fina faja brillante.




Imagen tomada durante el eclipse total de Sol por Anselmo "Cacho" López, Concordia, Entre Ríos, Argentina. Al ampliar la imagen, se advierte puntualmente la estrella Regulus y la Luna ya casi totalmente cubierta por la sombra de la Tierra.





Chispa de luz en los ojos
veo quien soy junto a otros
No tiene edad la escuela
hoy dibujé mi nombre en letras
Mirame ya, nombrame ahora
miedo no hay, ya no me toca
Puedo sentir que queda afuera
como un milagro la vergüenza

Voy a leer un cuento viejo
que escondí por mucho tiempo
Imaginé por los dibujos
era de adas, era de brujos
Migas de pan, camino largo
se las comió un día encantado
Renacerán sueños más lindos
entre amor, entre los hijos
Felicidad al encontrarte
algo de mi voy a contarte
acumulé más palabras
noche oscura, que aclara
Chispa de luz, en mi vergüenza
vos me enseñas, nombres y letras
con tu llave colorida
abro la puerta a la alegría.
encuentros de leon gieco

miércoles, noviembre 5

pastoreando letras


La espera



l

Ella espera que él recoja sus magnolias

y gira en la verde hierba de la cama.

Sabe que en el sueño de su sueño

su hermoso lirio volverá como la noche,

acaso su viaje termine al final del invierno.





ll

Ella saca de su manga un abanico redondo como la luna,

lo agita en suave briza para apaciguar los vientos.

Siempre teme que el frio de la nieve se seque

y borre las llamas de los pasos del regreso.

Al ponerse el sol, ella se sienta junto a la ventana,

el brazal de jade declara el tamaño de su ternura.

Dulce amor que sopla en las flautas de Chiang nan,

mañana las abejas libarán las corolas de las flores.





lll

El invierno muere y con él muere la espera.

Las magnolias del peinado se esfuman en los pliegues del vestido.

Ella descorre las telas del lecho vacío y espera otro amanecer.

En el jardín no florecerán las orquídeas, las libélulas agonizan.

Una mujer vieja, un dulce amor segado

a mitad de camino.



Karina Sacerdote

señor que nace en Concordia


2

Fuimos con Daniel, Fabián y Fabián Fernandez
para el cerro de la paloma
agarramos un árbol fino y alto y
lo empezamos a hachar para ver cómo caía y
al rato empezó a crujir y
con unos hachazos más se vino al suelo y
tembló la tierra y quedó una polvareda,
ahora se armó un hueco grande por donde se ve el cielo,
el árbol cayó de espalda,
no pudo poner las manos cuando caía.

A los diez días pasábamos con papá por el sendero y
al ver el árbol caído a los hachazos
empezó a putear contra los turistas,
dijo que los que habían hecho eso
eran unos herejes y
que no tenían perdón de dios.
No pensó que fuimos nosotros,
creía que no teníamos fuerza todavía
para hachar árboles.
Nunca más haché árboles sin causa,
nunca le revelé mi verdadera fuerza a mi padre.

(De: “Salto Grande”, serie incluida en “El Estado y él se amaron”)