martes, octubre 14

y un amor que te haga fuerte

Fragmentos para dominar al silencio
I
Las fuerzas del lenguaje son las damas solitarias, desoladas, que cantan a través de mi voz que escucho a lo lejos. Y lejos, en la negra arena, yace una niña densa de música ancestral. ¿Dónde la verdadera muerte? He querido iluminarme a la luz de mi falta de luz. Los ramos se mueren en la memoria. La yacente anida en mí con su máscara de loba. La que no pudo más e imploró llamas y ardimos.
II
Cuando a la casa del lenguaje se le vuela el tejado y las palabras no guarecen, yo hablo.Las damas de rojo se extraviaron dentro de sus máscaras aunque regresarán para sollozar entre flores.No es muda la muerte. Escucho el canto de los enlutados sellas las hendiduras del silencio. Escucho tu dulcísimo llanto florecer mi silencio gris.
III
La muerte ha restituido al silencio su prestigio hechizante. Y yo no diré mi poema y yo he de decirlo. Aun si el poema (aquí, ahora) no tiene sentido, no tiene destino.




Privilegio
I
Ya perdido el nombre que me llamaba,

su rostro rueda por mí

como el sonido del agua en la noche,

del agua cayendo en el agua.

Y es su sonrisa la última sobreviviente,

no mi memoria


II
El más hermoso

en la noche de los que se van,

oh deseado,

es sin fin tu no volver,

sombra tú hasta el día de los días

Alejandra Pizarnik

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